Entregar el alma al creador fiel
Tesoros Escondidos, publicado marzo 1989
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¡¡¡Qué expresión tan adecuada y sustancial!!! Esto quiere decir que no guardamos nuestra alma para nosotros mismos, que no vivimos para nosotros mismos, que no hacemos las cosas como nos parecen a nosotros mismos, sino que encomendamos nuestra alma a Él. ¡Nos entregamos a Él por completo! Con todo lo que hay en nosotros, en plena confianza en Él, sí, nos encomendamos al Creador que lo ha creado todo, el cual quiere crear ahora algo completamente nuevo en nuestro interior. No confiamos en nuestro razonamiento ni en nuestros sentimientos, sino contamos completa y totalmente con Él, con su Palabra, según la luz perfecta del Nuevo Testamento.
El lema es: confianza ciega y fidelidad sincera, tanto en situaciones pequeñas, como en las grandes también. ¡Pues no le podemos decir al Creador cómo debe Él crear las cosas! Ese es su asunto. Nuestro asunto es encomendarnos a su voluntad. ¡A Él sea toda honra y gloria!
Examínate a ti mismo si realmente te has encomendado completamente y si has abandonado tu voluntad totalmente. Si no es así, entonces entrégate ahora, ¡porque mucho mejor es hacerlo tarde que nunca!
Cuando la muerte de Cristo actúa en el alma, esta es vaciada, y como consecuencia se recibe un sentido por lo espiritual. Las personas que viven guiadas según los sentimientos del alma, no se han encomendado a él.
